¿Quién diría que durante una pandemia mundial, cuando todos estábamos encerrados en casa, una bebida espumosa de café iba a convertirse en la gran protagonista de nuestras cocinas?
Sí, hablamos del famosísimo dalgona coffee, también conocido como “café batido”, “café espumoso” o, para los más sinceros, “el café que te deja el brazo cansado antes de poder beberlo”.
En este post vamos a preparar juntos esta delicia cremosa, pero también vamos a descubrir sus orígenes, algunas curiosidades, versiones creativas y por qué no, reírnos un rato con la locura que desató en redes sociales.
Así que ponte cómodo, busca tu batidor de confianza y prepárate para una taza que es tan fotogénica como deliciosa.
A continuación, tienes el contenido del post de hoy, al que puedes acceder directamente pinchando encima de cada título que te interese:
¿Qué es el dalgona coffee?
Imagina un café con leche, pero al revés: la leche está abajo y arriba se coloca una nube de espuma cremosa de café batido, tan suave que parece un postre. Esa es la magia del dalgona coffee.
El nombre viene de un caramelo coreano muy popular llamado “dalgona”, que tiene un sabor dulce con notas a café tostado. Aunque el café no lleva caramelo en sí, la espuma recuerda tanto en color como en textura a ese dulce que los coreanos dijeron: “oye, se parece al dalgona”. Y así nació el bautizo internacional.
El boom en redes sociales
Todo empezó en Corea del Sur, cuando un actor famoso probó esta bebida en un programa de televisión. Poco después, alguien la compartió en TikTok durante el confinamiento de 2020… ¡y se volvió viral!
De repente, millones de personas en todo el mundo se pusieron a batir café como si no hubiera mañana. Los videos eran casi todos iguales: plano de la mano batiendo, cambio de cara agotada, y finalmente la gloriosa espuma coronando el vaso de leche. Algunos incluso lo convirtieron en un reto: “haz dalgona coffee a mano, sin batidora eléctrica”. Spoiler: la mayoría abandonó a mitad, con el brazo entumecido y un café medio líquido.
Ingredientes para tu dalgona coffee
Lo mejor de esta receta es que necesitas apenas cuatro ingredientes que seguramente ya tienes en la despensa:
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2 cucharadas de café instantáneo (sí, instantáneo, aquí no hay lugar para la cafetera italiana ni la prensa francesa).
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2 cucharadas de azúcar.
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2 cucharadas de agua caliente.
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1 vaso de leche (puede ser entera, desnatada, vegetal… la que prefieras).
Y, opcional pero altamente recomendado: un batidor eléctrico de mano. Tu brazo te lo agradecerá.
Paso a paso: cómo preparar el dalgona coffee
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Mezcla mágica: en un bol pequeño coloca el café instantáneo, el azúcar y el agua caliente.
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Batir sin piedad: aquí viene el trabajo duro. Bate la mezcla con energía hasta que se convierta en una espuma densa, brillante y de color dorado. Si usas batidora eléctrica, en 2-3 minutos lo tendrás. Si lo haces a mano… prepárate para sentir que estás entrenando bíceps.
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Leche lista: en un vaso grande, sirve la leche fría (aunque hay quienes prefieren caliente, tú eliges).
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La coronación: coloca con una cuchara la espuma de café encima de la leche. Admira tu obra maestra.
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Selfie obligatorio: antes de beber, hazle una foto. ¡Sería un crimen no presumir de tu dalgona coffee en redes!
Curiosidades del dalgona coffee que quizás no sabías
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Aunque se hizo famoso en Corea del Sur, la receta no nació allí. En India y Pakistán, desde hace décadas preparan una bebida llamada phenti hui coffee, que consiste en batir café y azúcar hasta lograr una crema, luego se añade leche caliente. ¿Suena familiar? Exacto: es prácticamente un dalgona coffee de toda la vida.
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El truco científico detrás de la espuma está en el café instantáneo. Las partículas de café soluble atrapan aire fácilmente cuando se baten, creando esa textura firme que no conseguirías con café molido tradicional.
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Hay quienes han intentado hacer versiones con cacao, té matcha o incluso Nesquik. Resultado: sí se puede, pero nada supera el efecto cremoso del café.
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En Corea, el dalgona original (el caramelo) tiene tanta tradición que incluso hay un juego callejero: se venden galletas planas de azúcar caramelizado con formas estampadas, y los niños intentan comerlas sin romper la figura. Si lo logran, ganan otro caramelo gratis.
Variantes creativas
Porque la cocina también es un juego, aquí te dejo algunas ideas para darle un giro al dalgona coffee:
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Versión helada: añade cubitos de hielo al vaso de leche antes de poner la espuma. Refrescante y perfecto para verano.
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Dalgona de chocolate: sustituye el café por cacao en polvo. Ojo, no queda igual de espeso, pero es un hit para los niños.
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Dalgona matcha: mezcla té verde en polvo con nata para montar y azúcar. Color verde vibrante y un sabor mucho más delicado.
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Dalgona adulto: un chorrito de licor de café o de Baileys en la leche, para noches en que necesitas algo más que cafeína.
¿Vale la pena el esfuerzo?
La respuesta corta: sí.
La larga: no es solo café, es toda una experiencia.
Es el ritual de batir, el momento de sorpresa cuando ves cómo se transforma la mezcla, la satisfacción de colocar esa espuma perfecta encima de la leche, y por supuesto, el instante en que pruebas el primer sorbo.
Además, seamos sinceros: el dalgona coffee no solo sabe bien, queda precioso en las fotos. Esa mezcla de capas, con la leche blanca y la espuma dorada encima, es material de Instagram.
Consejos finales para un dalgona perfecto
No reduzcas el azúcar: ayuda a estabilizar la espuma. Si quieres reducirlo, hazlo después de probar la receta clásica.
Bate en un recipiente pequeño y profundo, así la mezcla se airea mejor.
No dejes la espuma mucho tiempo reposando: puede desinflarse un poco. Hazlo y sírvelo al momento.
El café que nos unió (aunque fuera en pantuflas)
El dalgona coffee es más que una bebida: es un recuerdo colectivo de un momento en el que todos estábamos buscando distracciones en casa.
Nos unió a través de pantallas, desafíos y fotos compartidas. Y aunque ahora ya no es tendencia en TikTok, sigue siendo un capricho delicioso para sorprender a tus invitados o darte un gusto especial en una tarde tranquila.
Así que la próxima vez que quieras algo diferente a tu café de siempre, anímate a preparar un dalgona coffee. Eso sí: asegúrate de calentar antes los brazos si decides hacerlo sin batidora. ¡Tu bíceps y tu paladar te lo agradecerán!
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