Y lo mejor de todo: no necesitas tener una vaca en el jardín, ni una olla mágica, ni ser chef con estrella Michelin. Con unos sobres de cuajada, una bebida vegetal deliciosa y unos minutos de tu tiempo, vas a tener un postre que te hará sentir como un alquimista de la cocina… pero sin humo, ni varitas, ni hechizos raros. ¡Vamos a ello!
¿Sabes qué es más fácil que quedarse dormido viendo una serie? ¡Preparar una cuajada con sobre ! Sí, sí, lo que oyes.
Receta cuajada casera
Ingredientes mágicos (bueno, casi mágicos)
Aquí no hay letra pequeña, ni ingredientes imposibles. Te lo dejo bien clarito:
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200 ml de bebida Pascual Lateado sabor natural (¡fundamental que esté bien fría!)
200ml de nata para montar
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1 sobre de cuajada en polvo (los típicos que venden en cualquier súper)
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Opcional pero recomendable: un par de cucharadas de azúcar (si te gustan los postres dulces)
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Moldes bonitos o vasitos (porque sí, lo visual también cuenta)
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Una cazuela o cazo
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Una varilla o cuchara para remover (¡spoiler: vas a remover mucho!)
Tiempo estimado
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Preparación: 5 minutillos de nada
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Reposo en nevera: mínimo 4 horas (paciencia, padawan)
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Nivel de dificultad: más fácil que montar un mueble sin perder tornillos
¡Manos a la cuajada!
Te lo explico paso a paso, como si estuviéramos en la cocina de tu casa, charlando mientras suena música de fondo y el gato se pasea por la encimera (esperemos que no sea el caso, por higiene).
Paso 1: Separa un vaso del litro de bebida Pascual Lateado
Antes de calentar nada, separa un vasito (aproximadamente 200 ml) de la bebida vegetal
fría y resérvalo. Este vasito será nuestro "campo de entrenamiento" para
disolver la cuajada. El resto del litro lo vas a calentar después, así que
no lo pierdas de vista.
Consejillo: Agita un
poco el brick antes de abrirlo. A veces las bebidas vegetales tienen
sedimentos en el fondo, y queremos una textura bien homogénea.
Antes de calentar nada, separa un vasito (aproximadamente 200 ml) de la bebida vegetal fría y resérvalo. Este vasito será nuestro "campo de entrenamiento" para disolver la cuajada. El resto del litro lo vas a calentar después, así que no lo pierdas de vista.
Consejillo: Agita un poco el brick antes de abrirlo. A veces las bebidas vegetales tienen sedimentos en el fondo, y queremos una textura bien homogénea.
Paso 2: Disuelve los sobres de cuajada en el vaso frío
Ahora, añade el sobre de cuajada al vaso de bebida Pascual Lateado. Remueve con energía pero sin montar espuma (esto no es un capuchino,
aunque parezca).
Tiene que quedar una mezcla sin grumos, suave, como cuando haces un colacao sin que se te queden los pegotes
abajo. Si ves grumos rebeldes, insiste con la varilla o usa un colador al
final. ¡No queremos sorpresas en la textura!
Ahora, añade el sobre de cuajada al vaso de bebida Pascual Lateado. Remueve con energía pero sin montar espuma (esto no es un capuchino, aunque parezca).
Tiene que quedar una mezcla sin grumos, suave, como cuando haces un colacao sin que se te queden los pegotes abajo. Si ves grumos rebeldes, insiste con la varilla o usa un colador al final. ¡No queremos sorpresas en la textura!
Paso 3: Calienta la nata
Vierte la nata en una cazuela y llévalo a fuego medio. Si te gusta el toque dulce, es el momento de añadir 2 cucharadas de azúcar (o al gusto). También puedes probar con un poco de miel, si eres
más del estilo "natural-eco-cariñoso".
Ojo al dato: No dejes
que hierva. Solo caliéntala hasta que esté a puntito de hervir, con esas
burbujitas pequeñas traicioneras. Si se pasa, puede estropear la textura.
¡Vigilancia activa, como si fuera un episodio final de tu serie favorita!
Vierte la nata en una cazuela y llévalo a fuego medio. Si te gusta el toque dulce, es el momento de añadir 2 cucharadas de azúcar (o al gusto). También puedes probar con un poco de miel, si eres más del estilo "natural-eco-cariñoso".
Ojo al dato: No dejes que hierva. Solo caliéntala hasta que esté a puntito de hervir, con esas burbujitas pequeñas traicioneras. Si se pasa, puede estropear la textura. ¡Vigilancia activa, como si fuera un episodio final de tu serie favorita!
Paso 4: Añade la mezcla de cuajada disuelta
Cuando el líquido esté caliente pero sin hervir, añade la mezcla que preparaste en el vaso. Y aquí empieza la danza del remover.
Remueve constantemente a fuego medio-bajo durante unos 2-3 minutos. El objetivo es que se
active la magia de la cuajada, sin grumos y sin que se pegue. ¡No
abandones la cuchara!
¡Ah, y se me olvidaba contarte el detalle más sabroso del asunto! Esta
receta tan rica la preparé gracias a un descubrimiento inesperado que vino directo en mi caja "Degustabox*" (sí, esa que abro como si fuera el cofre del tesoro cada mes).
Allí venía la bebida Pascual Lateado sabor natural,
que al principio pensé: "¿Y esto con qué se come?"… ¡Pues con cuajada,
amiga mía! Quién me iba a decir que ese brick tan discreto iba a
convertirse en el protagonista absoluto de mi postre favorito de la
semana. Moral de la historia: nunca subestimes el poder mágico de una
caja sorpresa y un sobre de cuajada.
*Código de descuento FT7EF para tu primera caja a un precio de 7,99€
Cuando el líquido esté caliente pero sin hervir, añade la mezcla que preparaste en el vaso. Y aquí empieza la danza del remover.
Remueve constantemente a fuego medio-bajo durante unos 2-3 minutos. El objetivo es que se active la magia de la cuajada, sin grumos y sin que se pegue. ¡No abandones la cuchara!
¡Ah, y se me olvidaba contarte el detalle más sabroso del asunto! Esta receta tan rica la preparé gracias a un descubrimiento inesperado que vino directo en mi caja "Degustabox*" (sí, esa que abro como si fuera el cofre del tesoro cada mes). Allí venía la bebida Pascual Lateado sabor natural, que al principio pensé: "¿Y esto con qué se come?"… ¡Pues con cuajada, amiga mía! Quién me iba a decir que ese brick tan discreto iba a convertirse en el protagonista absoluto de mi postre favorito de la semana. Moral de la historia: nunca subestimes el poder mágico de una caja sorpresa y un sobre de cuajada.
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Paso 5: Rellena los moldes y deja enfriar
Cuando veas que la mezcla ha espesado un poco (nada exagerado, solo un
pelín más densa), apaga el fuego y reparte la mezcla en moldes, vasitos o copas.
Consejo de foodie: Si quieres impresionar, usa vasitos de cristal y
decóralos después con un poco de miel, frutos rojos o cereales crujientes.
¡Postre con presentación de restaurante!
Deja que se enfríen a temperatura ambiente durante unos 10-15 minutos y luego mételos a la nevera.
Cuando veas que la mezcla ha espesado un poco (nada exagerado, solo un pelín más densa), apaga el fuego y reparte la mezcla en moldes, vasitos o copas.
Consejo de foodie: Si quieres impresionar, usa vasitos de cristal y decóralos después con un poco de miel, frutos rojos o cereales crujientes. ¡Postre con presentación de restaurante!
Deja que se enfríen a temperatura ambiente durante unos 10-15 minutos y luego mételos a la nevera.
Paso 6: Refrigeración y… ¡a disfrutar!
Déjalos en la nevera al menos 4 horas (o toda la noche, si puedes resistirte). La cuajada necesita ese
tiempo para hacer su magia gelatinosa.
Una vez frías y firmes, ¡están listas para comer! Y créeme: el sabor suave y natural de la bebida Pascual Lateado combina
perfectamente con la textura cremosa de la cuajada. Un postre ligero,
sin lactosa y que le gusta a toda la familia (sí, incluso al cuñado
escéptico).
Déjalos en la nevera al menos 4 horas (o toda la noche, si puedes resistirte). La cuajada necesita ese tiempo para hacer su magia gelatinosa.
Una vez frías y firmes, ¡están listas para comer! Y créeme: el sabor suave y natural de la bebida Pascual Lateado combina perfectamente con la textura cremosa de la cuajada. Un postre ligero, sin lactosa y que le gusta a toda la familia (sí, incluso al cuñado escéptico).
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¿Quieres darle tu propio toque? Aquí van algunas ideas:
→♥Con frutas: Añade una capa de compota o mermelada en el fondo del vaso antes de verter la mezcla caliente.
→♥Con especias: Una pizquita de canela o esencia de vainilla en la mezcla le da un toque gourmet.
→♥Con toppings: Cuando ya esté fría, decora con granola, sirope, cacao puro o lo que tu creatividad mande.
→♥Vegano al 100%: Esta receta ya lo es, siempre que el sobre de cuajada no contenga derivados animales (revisa el etiquetado).
Conclusión: Cuajada para todos
Y así, sin horno, sin estrés y sin líos, tienes un postre delicioso, saludable y fácil de hacer.
Así que ya sabes: la próxima vez que te entren ganas de algo dulce, no corras al súper a por postres procesados. Métete en la cocina, saca un sobre, tu leche y en menos de lo que canta un gallo, tendrás una cuajada lista para conquistar corazones (y estómagos).
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¿Te ha gustado la receta? Cuéntame en los comentarios cómo te ha salido, si le has puesto tu toque personal o si tu gato intentó robártela de la nevera.
¡Hasta la próxima cucharada!
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